La depresión postvacacional no es un mito, se calcula que el 35% de los trabajadores españoles han sufrido sus síntomas en su vuelta al trabajo en algún momento: apatía, cansancio, dificultad para dormir, ansiedad, irritabilidad, etc., y que suelen durar entre 10 y 15 días.
Esto les lleva a acudir al médico, a vivir momentos de angustia, a sufrir... Y, en realidad, todo esto no es más que una readaptación a la vida que con algunos sencillos trucos se puede solucionar.
Lo bueno es que igual que los síntomas aparecieron se irán al acostumbrarnos de nuevo a nuestra rutina, pero como la sensación mientras se padece es dura y, en ocasiones angustiosa, ya que produce un disgusto acumulativo por el trabajo desempeñado, vamos a daros unos trucos y consejos para aterrizar de la mejor manera posible en vuestros puestos de trabajo al regresar de las vacaciones (y que es extensible a periodos de inactividad como una baja, la maternidad, etc.)
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Regresa un poco antes.
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Regresar un poco antes de las vacaciones y adaptarse a los horarios, las rutinas, el ocio, las obligaciones… Levantarse de la playa y sentarse en la silla de la oficina, sin digerirlo, no es lo más aconsejable. Vuelve un poco antes, reingresa en la rutina poco a poco, adáptate a la "nueva" situación.
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Mantener actividades de ocio.
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Mantén alguna actividad parecida a la de las vacaciones para que sea una "transición dulce". Pasar de 24 horas de ocio a jornadas interminables de trabajo nos produce un choque fuerte. Es aconsejable mantener alguna de las actividades que nos mantenían ocupados y felices durante las vacaciones como estar con los amigos, salir a dar una vuelta o quedar a tomar algo.
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Disfruta del fin de semana.
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Aprovecha los fines de semana como días de vacaciones. Los fines de semana son vacaciones comprimidas. Es una forma de verlo que te ayudará a tener metas cercanas que te devuelven a los momentos de relax y felicidad de las vacaciones. Porque recuerda que a lo largo del año tienes más días de fiesta en fin de semana que de vacaciones.
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Haz deporte.
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Hacer deporte o dar paseos. La actividad física ayuda mucho a controlar el estrés. Pero si vienes de unas vacaciones copiosas lo mejor es reiniciar la actividad deportiva poco a poco.
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No intentes resolver todo en un día.
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Llegas al trabajo con el cerebro en proceso de arranque y tienes un montón de cosas por atender, responder, solucionar. Establece prioridades y avanza paulatinamente. No vas a poder resolver todo en un día, así que tómatelo con calma y avanza paso a paso.
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De lo simple a lo complejo.
Comienza por las tareas más simples, ve calentando el motor y pasa después a las más complejas. Un proceso gradual no solo en exigencia si no también en dificultad para que tu cerebro se adapte a los cambios y a las nuevas circunstancias y vaya cogiendo la fuerza que le has insuflado en las vacaciones.
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Busca pausas y respira.
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La respiración es fundamental para el control del estrés, así que busca pausas en tu actividad para reactivar la respiración y eliminar el estrés.
Como ves, es más sentido común que ciencia. Es una forma lógica de abandonar poco a poco las vacaciones para reingresar en tu vida normal sin grandes sobresaltos. Y recuerda, la depresión postvacacional es algo normal, así que tómatelo con calma, respira, relájate y disfruta de la vida y de tu trabajo.
